Joey es un pequeño terrier, y aún con su tamaño, puede decir que hizo algo que casi ningún perro de su estatura y raza ha hecho: se apareó con una gigantesca rottweiler…
Cuando se enteró de que Zara estaba esperando cachorritos, Teresa Patterson de Yorkshire, en el reino Unido, dudó si dejar que nacieran los pequeños. Afortunadamente, la mujer no tuvo la fuerza para intervenir y la camada nació sana y salva.
Lo mejor es que contra todo pronóstico, los cachorros resultaron ser simplemente ADORABLES. Míralos tú mismo:
A pesar de que los cachorritos nacieron sanos y son hermosos, la dueña del terrier y la rotteweiler aseguró que esto no volverá a ocurrir. Y que llevará a Joey al veterinario para que sea castrado.
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